­Relatos de la Fábrica: Reflexionar con veinte años de trabajo en las fábricas de Shenzhen

Hao Ren (Relatos de la Fábrica #1, Enero 2012)

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Nací en 1963. A los 15 años salí del colegio y de mi pueblo para buscar trabajo. Desde que llegué en Guangdong, en 1992, he trabajado en muchísimas fábricas. Recuerdo algunas dirigidas por jefes de Hong Kong, Taiwán, Guangdong, Fujian, e incluso algunos de Hunan. Había pequeñas diferencias entre ellos: los de Hong Kong solían ser un poco más generosos —supongo que tenían más dinero, por lo que te trataban un poco mejor—. Pero en el fondo, todos los jefes son más o menos lo mismo. Como se dice: “Por donde vayas, los cuervos siempre son negros. Tan pronto salgas de la guarida del lobo, te encontrarás en la boca de un tigre.”

Los más tacaños fueron los jefes taiwaneses, los gerentes más duros. ¿Es posible decir que trabajar para ellos es ´trabajar´? Muy a menudo te insultaban, te golpeaban, amenazándote con despedirte en el momento que desobedecías, o golpeándote cuando las cosas no iban al 100 por ciento de acuerdo con el plan. Y no solo fueron crueles, también tenían guardias de seguridad brutales. Los patrones de Hong Kong también tenían sus guardias, pero estos no golpeaban a la gente, o al menos no así tan a menudo. Entonces, los jefes taiwaneses eran los tiranos más grandes.

La gerencia de las empresas ha cambiado en los recientes años. Al menos se ha vuelto más humana. Quizá porque los gerentes son más astutos. Parece que se dieron cuenta de que ellos también son trabajadores. En el pasado, se decían, “soy especial, soy tal y tal, soy jefe.” ¿Pero qué pasaba cuando los despedían? Resulta que no somos tan diferentes. Los gerentes fueron extremadamente estúpidos. Hacían todo con tal de mantener sus puestos más tiempo, como besar el culo del jefe y oprimir a lxs trabajadores. Pensaban: “Estoy trabajando en el mercado libre, no hay nada que no pueda hacer”, y de esta manera pegaban con mayor dureza a lxs trabajadores. Como los guardias de seguridad de los jefes taiwaneses, que pensaban “Soy una bomba, trabajo durísimo golpeando a la gente para el jefe, lo hago muy bien, ¿no? El jefe me respeta.”

Existen diferentes razones por las cuales las fábricas de hoy son más humanas que antes. La primera es que el gobierno ha cambiado un poco. La segunda es que hay varios cambios en cómo socializan el conocimiento de las leyes. La tercera es que lxs obrerxs se están despertando. Yo soy uno de ellos. En el pasado hubo muchos gerentes y jefes que golpeaban a lxs trabajadores. Algunos lo hacían con tal brutalidad que rompían los brazos y las piernas de las personas. Esto pasaba muy a menudo, pero, finalmente, se dieron cuenta que esas prácticas se volvían contra ellos. Cuando salían de la fábrica, eran asaltados por pandilleros y vagabundos. Ahora muchos gerentes han llegado a comprender cómo son las cosas.

La actitud de los jefes también ha cambiado debido a la presión desde distintos lados. Por un lado está el gobierno, por otro está la verdad de que “en cualquiera lugar en que haya opresión, habrá resistencia”. Una vez tenía yo un jefe totalmente insoportable. No veía a lxs que trabajaban para él como seres humanxs, y hacía lo que le daba las gana. Al final fue atacado con cuchillos. Lo vi con toda claridad, estaba allí. Lo hicieron trizas, de verdad. Lo picaron por todo su cuerpo; pero, en fin, logró escapar. Si no lo habrían matado, eso es cierto. Yo estaba paradx a solo unos metros. Lo dejaron ir —lxs obrerxs nunca habían hecho algo así antes, y no querían causar una reacción grande— porque, al fin y al cabo, tenían miedo.

Probablemente los cambios empezaron en el segundo semestre de 1996-97, cuando Hong Kong se reconectó con China. Fue un tiempo en que muchxs obrerxs comenzaron a vengarse públicamente del personal administrativo. Antes de eso, a muchas de las chicas que se veían un poco más guapas las obligaban acostarse con el jefe siempre que él quería. Podía hacer que lo que quisiera y eso sucedía con bastante frecuencia. Fue hasta los años noventa que ese tipo de incidentes se volvieron poco comunes. Alrededor de 1996 el ambiente realmente cambió. En 1997, cuando Hong Kong regresó, había rumores de que la guerra era inminente, y muchos de los jefes y lxs trabajadores huyeron para sus pueblos. Pero resultaban ser solo rumores. Los trabajadores se regresaron unos meses después. En 1998 y 1999, la gente se hizo más valiente y los rumores desaparecieron.

¿Fue en 1994 o 1995 cuando el gobierno aprobó la ley laboral, no? En 1996 ya había muchas fábricas con trabajadores migrantes, y al año siguiente fue cuando Hong Kong se reunió con China, por lo que no pudo haber nada de grandes cambios políticos. En 1998 el gobierno empezó popularizar a la ley laboral. Pero en realidad no tenía mucha intención de popularizarla o aplicarla, y solo pocas personas sabían que existía, así que era básicamente inútil.

Mientras se montaron más y más fábricas [se podría escoger en donde trabajar] la actitud fue que “si no me necesitan por acá, me voy a otro lugar”. Las demandas de lxs trabajadores eran realistas, y fuera de la fábrica no había mucha represión por parte de las autoridades estatales. Hacía finales de los noventa todo era duro, pero después de trabajar afuera por algunos años, te dabas cuenta cómo funciona el mundo, y te hacías más valiente. Además de eso, lxs trabajadores tenían ciertas habilidades técnicas. Después de trabajar unos años, podrías haber aprendido bastante. Con las habilidades era más fácil encontrar trabajo. Y cuando las personas tienen un poco más de capital, tienen menos miedo.

No había muchas huelgas en aquel tiempo. Éstas se volvieron comunes hasta 2007-08 y sólo hasta el 2008 realmente aumentaron en cantidad. No hay muchas fábricas grandes acá por Longgang, y las huelgas mayores ocurrieron en 2008. Eso fue porque, por un lado, el conocimiento de la ley laboral y la ley de contratos se generalizó mucho entre lxs trabajadores, ya que tanto el gobierno como las ONGs estaban haciendo un esfuerzo para promoverlas. Distribuí muchas volantes en ese tiempo —todas las noches mis compañerxs y yo repartíamos volantes enfrente de la fabrica—. Otra razón debe ser que lxs trabajadores ya tenían más formación y experiencia. Yo trabajaba en una fábrica de zapatos en ese tiempo, y pocas veces trabajaba sobretiempo, así que tenía suficiente tiempo libre. Cerca del lugar donde vivía, habían un centro y fue allí donde organizábamos talleres especiales para trabajadores sobre la ley laboral. Las hicimos cada semana o cada quincena, algunas veces por mes. Llegaban más de diez, o incluso más de veinte personas. Y ellxs luego pasarían su conocimiento a sus amigxs y conocidos, y cada quien iría explicando a otras personas.

En ese tiempo, el motivo especifico de las huelgas era que, cuando las empresas terminaban los contratos de empleo, se les negaban la indemnización por despido a los trabajadores. Entonces, ¿como se podría no ir a la huelga? Supongo que puedes decir que yo también estaba involucradx. Fue a finales de 2007. Había huelgas casi todos los días. Sucedieron en diferentes industrias, en todo tipo de industrias, cada día había al menos algunas fábricas en huelga. Vi muchas de esas huelgas con mis propios ojos: más y más personas no iban a trabajar, bloquearon la entrada de la fábrica, o se juntaban para manifestarse en las plazas públicas. Si hablaste con lxs trabajadores que participaron en esas huelgas, tendrías que concluir que cada huelga fue un éxito. O por lo menos, que hacer la huelga fue mejor que no hacerla, ya que a los padrones siempre tenían que pagar por los daños y tenían que pagar a lxs trabajadores. En las fábricas donde lxs trabajadores no se levantaron o no hicieron huelgas, nada cambió. Las huelgas ocurrían principalmente en fábricas grandes, con más de 200 o 300 personas. Yunchang, Dahua, Jinghong eran todas grandes fábricas que tenían más que mil personas.

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